FOLKLORE DE LA COSTA Y SIERRA
FOLKLORE DE LA COSTA
El Folklore Costeño lleno de influencias
La riqueza del folklore costeño se debe al enorme mestizaje etno-cultural que alberga la costa peruana y cuya historia comienza con la llegada de los españoles y con ellos los esclavos africanos, además del encuentro con los habitantes de la costa norte. Es a partir de la fundación de San Miguel de Piura en el año 1532 que empieza el enmarañado camino al mestizaje. Con esto no solo nos referimos al primer encuentro serio entre españoles y los dueños de estas tierras o que Piura fue la primera ciudad española del continente sur americano sino a la primera región en llevar a cabo un mestizaje serio.
Como resultado de la llegada de los españoles –que ya eran mestizos cuando llegaron- y a su vez de la trata de esclavos, surgen sonidos extraños para estas tierras, se oyen voces distintas que ahora conmueven con el trinar de una guitarra o el dulce golpe de un cajón. El folklore costeño consta esencialmente de lo que hoy se llama "música criolla.
El origen toma forma desde el año 1532 hasta el siglo 18 con la independencia en donde quedan establecidos muchos de nuestros patrimonios musicales.
La "música" y "danza" costeña nace a partir de la convivencia de hacendados españoles, plebeyos españoles, nativos costeños y esclavos. Todo este mestizaje y encuentro étnico se dio en los grandes pueblos que estaban cerca de las haciendas costeñas más importantes de los siglos XVI y XVII, y los siempre peculiares callejones costeños. Como resultado de este encuentro étnico-cultural tenemos hoy que las regiones de Piura, Lambayeque, La Libertad, Trujillo, Lima, Callao y el departamento de Ica, son el eje de la cultura criolla, costeña y extremamente mestiza.
Evidencias gitanas.
Toda música costeña destaca por la vida de hacienda con esto nos referimos a los Chalanes, mestizos de estos descendientes "criollos" (Estos eran generalmente trabajadores de la tierra, mineros, labradores, criadores de ganado, y que se dice que tuvieron la principal influencia a los actuales valses peruanos.
Influencia africana.
A su vez, dentro de la música costeña uno puede divisar toda esa alegría y dulzura del pueblo descendiente de esclavo africano y de la picardía del mulato acriollado que llego desde el Caribe. La música costeña consta de cantos, la herencia de la guitarra española, la creación del cajón. Inclusive a veces se apostaba por calabazas secas con agujeros específicos o cajones de piel de burro o mula, para acompañar ritmos añejos.
La Marinera
Para su vestuario la mujer usa un camisón llamado anaco que sobresale a manera de blusa sobre la falda ancha pegada a la cintura. También son muy vistosas las famosas "Dormilonas", artísticos pendientes (aretes) trabajados en filigrama, obra de los orfebres del pueblo. La mujer baila con los pies descalzos. El varón viste un saco, pantalón, camisa, zapatos con un sombrero los dos usan pañuelo bailando alegremente al ritmo de la música, la danza es de la costa, escrita en compás de 6/8. Es una danza de mucha coquetería y trabajo en pareja, donde la mujer se muestra difícil, no queriendo aceptar a la pareja, al finalizar termina aceptando. Consiste en tres partes: el inicio, la parte central y la fuga. Durante el baile el varón trata de robarle un beso y la mujer simula aceptar, pero cuando el hombre le va a dar el beso ella voltea la cara y nada de nada. En la parte de la fuga, se elevan los paños.
El Tondero
Danza también conocida como marinera del Alto Piura, o de la yunga piurana (Morropón). Es anterior a la zamacueca, y de influencia muy gitana en su compás, canto trágico y repetitivo tundete de guitarra; de influencia africana o negra en su forma corista (coro) e rítmica (el uso del checo, instrumento hecho en base a calabaza seca) y Andina en su forma chillona o llorona.
A diferencia de la zamacueca y debido a la ubicación de la Provincia de Morropón como una región pre andina, este baile lleva el mestizaje criollo (hispano-africanoide) y el andino. Ciudades como Morropón, Chulucanas, San Juan de Bigote, La Matanza, Salitran fueron pobladas por haciendas arrozeras y jaboneras donde vivieron muchos esclavos negros, migrantes gitanos o Piajenos, y debido a la cercanía a la cordillera, también migrantes Andinos que trajeron el Yaraví desde Arequipa, fundiéndolo con la Cumanana, forma de origen hispano-africana; creando también el famoso término norteño Triste con Fuga de Tondero, que también es muy popular en la yunga de Lambayeque.
El Vals Criollo (Vals Peruano)
Si bien hay diversidad de formas según la zona, el más difundido es el vals criollo, de la zona costera centro y norte. Sus orígenes en el Perú, se establecen a fines del siglo XIX, cuando el vals vienés se fue imponiendo en las ciudades. Se baila por parejas semiabrazadas. En el vals tradicional peruano, se usan guitarras acústicas para el acompañamiento musical, cajón peruano y cucharas.
Ésta es una danza de las más representativas y populares. De origen afro - peruano, la forma actual de bailarla, tomó esas características en los comienzos del siglo XX Se baila en parejas pero sin contacto entre los bailarines; es movida y pícara, con ciertas connotaciones sexuales. Lleva acompañamiento musical de guitarras y percusión tradicional, con solista y coro. Su origen es popular africano. Fue la danza representativa del negro criollo en la costa peruana. Nació en los conglomerados negros de Lima colonial. Instrumentos musicales para esta danza debieron ser originalmente tambores de cuero, el que luego se reemplazó con el cajón y a la maraca por la quijada de burro, agregándosele guitarra y canto. Los versos del festejo siempre fueron de asunto festivo, de allí su nombre. Es característico las repetidas paradas tras periodos de cuatro u ocho compases y al estribillo coral de la fuga. Es posible que originalmente haya sido danza masculina de solista, improvisando pasos y contorsiones acrobáticas con toda libertad de espíritu y sin regla coreográfica alguna. El festejo, cuya coreografía original se desconoce, fue la danza representativa del negro criollo, descendientes de africanos localizados en la costa peruana, nació en los conglomerados negros criollos de Lima colonial.
El Festejo
Ésta es una danza de las más representativas y populares. De origen afro-peruano, la forma actual de bailarla, tomó esas características en los comienzos del siglo XX.
Se baila en parejas pero sin contacto entre los bailarines; es movida y pícara, con ciertas connotaciones sexuales. Lleva acompañamiento musical de guitarras y percusión tradicional, con solista y coro. Su origen es popular africano.
La Zamacueca
La zamacueca limeña es un estilo musical Limeño y un baile de pareja suelta, en el que se representa el asedio amoroso de una mujer por parte de un hombre. Proviene de la terminología de "zamba "clueca" en alusión a aquél asedio, similar al que efectúan los gallos a las gallinas. Esta terminología probablemente nace a partir de la conjunción y mestizaje de los bailes de los esclavos negros y los gitanos durante la inspirada afición que existía por la Pelea de Gallos en el Virreinato del Perú, sobre todo en Lima y la costa norte del Perú.
La Zamacueca clásica, también conocida por Canto de Jarana o Marinera Limeña. Se suele finalizar a manera de fuga con la conocida Resbalosa; genero muy de culto, limitado a una ejecución correcta solamente entre artistas de origen Limeño, sobre todo criollos, mulatos y negros. El Canto de Jarana, es una forma más hispano o gitana, donde el lamento y la rebeldía son sinónimos expresivos.
El origen de la zamacueca proviene esencialmente del mestizaje musical-cultural que se dio entre los gitanos y los mulatos que habitaban Lima durante épocas del Virreinato del Perú. La forma corista y el tundete tiene una dulzura de origen Africano; el temperamento, la sátira y la ejecución de guitarra proviene del lamento Gitano. Su origen se remonta a los siglos XVI y XVII en donde esta forma mestiza musical comienza a destacar entre los barrios de clase media baja de los Rímac y las fiestas de los Barrios Altos, los barrios del Callao y los bares ubicados entre los puentes, callejones y balcones limeños.
El ritmo se tocaba principalmente con laúd (antes de convertirse en la actual guitarra) o arpa, en donde se tamborillaba el ritmo antes de la apariencia del ahora popularmente conocido cajón peruano.
Nota distintiva de la zamacueca, como danza, es que se baila empuñando un pañuelo blanco en la mano derecha (tanto la dama como el varón), el cual es agitado alborotadamente en el aire por sobre la altura de la cabeza. Los máximos exponentes de dicho baile y forma musical se reunían en la afamada Fiesta de Amancaes. En donde se exponían concursos de platos típicos de distintas regiones, Caballo de Paso Peruano y por supuesto música criolla.
Con el pasar de los años la zamacueca llega a Chile, transformándose en la cueca chilena, a fines del siglo XVIII y principios del XIX a través del puerto de Valparaíso por músicos del Callao (el puerto de Lima). Desde Chile pasó a Mendoza (Argentina), donde se convertirá en la cueca cuyana. A lo largo del siglo XIX la cueca también llega a Bolivia desde Arequipa (Perú), y desde Bolivia llega al noroeste de Argentina, donde se convierte en la cueca norteña.
Luego de la Guerra del Pacífico (entre el Perú y Chile) los peruanos llamaron marinera a la zamacueca de estilo norteño, en honor a la Marina de guerra del Perú. La Marinera denominada como Marinera norteña tiene también una influencia del Tondero, que es anterior a la Zamacueca.
FOLKLORE DE LA SIERRA
En algunos casos difiere mucho con las danzas de la costa pero hay momentos donde los lazos se unen a pesar de la diferencias geográficas y sociales, como en el caso de la marinera que es bailada en todos los puntos de la sierra demostrando la misma gracia, pero con las diferencias que la geografía y el sentir que cada región específica tiene.
En algunos casos las expresiones folklóricas son muy marcadas como en la danza de las tijeras. Esta danza se bailaba en las zonas de Ayacucho, Apurímac y Huancavelica.
Los bailarines o "danzak" realizan un desafió a duelo, en el que parece vergonzoso ser derrotado. Son acompañados por dos músicos, uno ejecuta el violín y otro el arpa.
El danzak realiza todo tipo de acrobacias, y acompaña estos con movimientos de sus manos y las tijeras.
Para lograr vencer en esta danza-competencia, que dura a veces más de doce horas, son capaces de traspasarse la nariz con aguja de arriero, o con espinas en los talones, o levantar una barreta pesada con los dientes.
El danzak tiene gran aprecio por las tijeras, que lo acompañan hasta su muerte, pues las recibió de manos de los Auquis o espíritus de los cerros que son los dueños de todas las cosas.
En fin, el Perú es un país de diversidades, las danzas muestran con detalle lo variado e interesante de nuestra cultura.
El Huayno o Huayño
Este baile es el más difundido y popular en los Andes peruanos, y está presente en toda realización festiva. Sus orígenes se remontan a los tiempos incaicos, aunque se ha modificado por influencias posteriores, y varía según la región. Se baila en parejas pero con poco contacto físico. Su acompañamiento musical varía según la región y el estrato socio-cultural. Esta danza proviene de una región muy conocida como lo es para todos y es una danza mestiza.
La Diablada
En la labor realizada por los misioneros jesuitas en la ciudad de Juli, notaron la inclinación de los nativos hacia el canto y la danza, el cual utilizaron para la evangelización de la región. Los misioneros habían enseñado un representación de los siete pecados capitales y el triunfo de los ángeles sobre los demonios.
Una ceremonia que data del año 1550, en ocasión de la boda del Conde de Barcelona con la hija del Rey de Aragón, fue representada una farsa en la que un grupo de diablos, con lucifer a la cabeza, entabla una batalla coreográfica y verbal con un grupo de ángeles dirigidos por el Arcángel San Miguel. En los tres breves actos dialogados de la diablada, los siete pecados capitales son vencidos por los ángeles con la ayuda del pueblo.
La Diablada (también Diablos, Diabólicos), es parte integral del repertorio teatral empleado por la colonización hispana y la catequización que la acompañaba, para enseñar a los nativos del continente americano los preceptos de la Fe Cristiana y la historia de imperio, según el punto de vista de los colonizadores (véase auto de fe, Moros y Cristianos).
La batalla cala en los pobladores andinos del Virreinato del Perú. Así forman un sincretismo con la cultura y cosmovisión andina, en donde el Alaj'pacha es la dimensión de los Dioses (los Apus), el ak'pacha que representa el presente y la tierra (la Pachamama) y el manka'pacha que representa lo desconocido y el infierno (el Anchancho).
La danza tradicional andina pagana, que según los registros del reverendo Ludovico Bertonio de 1612, tuvo su origen en el Virreinato del Perú, en Oruro (Alto Perú colonial) como danza religiosa en la que se escenifica la lucha entre el bien y el mal personificados en las figuras del Arcángel San Miguel y las huestes infernales.
En la colonia debido a la persecución de los adoradores de idolatrías ajenas a la católica, por la temible inquisición, todo culto o acto a favor de los demonios era castigado, pero no incluyó el aspecto catolizante de la diablada.
Llegada la independencia, renace la diablada como un acto de los pobladores dedicados al pastoreo de ganado conocido como los mañazos, bailándose únicamente en círculos frecuentados por éstos. Esta danza es impulsada y practicada con más énfasis en Bolivia, incorporándose la zampoña.
Posteriormente, con la introducción de los instrumentos de metal y el cambio melódico y rítmico que las bandas de músicos incorporan, hacen de la diablada un ritmo contagiante y alegre, que a través de los años sufre y viene sufriendo variaciones.
En 1890 el párroco de Paria, población cercana a la ciudad de Oruro, José Soria, con la colaboración de Daniel Valda, teatralizó la batalla entre el cielo y el infierno relatada en la Biblia. Ese mismo año los hermanos Hermógenes y Santiago Nicolás hicieron las primeras máscaras de diablo tal y como se conocen hoy en día.
A partir de finales del siglo XIX el baile se establece como elemento central de la celebración religiosa de la Virgen de la Candelaria en la ciudad de Oruro en coincidencia con la época de carnaval. Posteriormente su práctica se propagó a otras ciudades andinas (La Paz, Puno, Cochabamba).
Sobreviven diabladas en varios lugares del ámbito hispanoamericano, las más famosas en Bolivia, Perú, Chile, Colombia, Panamá y Venezuela. En la Pastorela (Teatro de Navidad con distribución en México), el diablo tenta a los pastores, y es vencido por el Arcángel San Miguel, antes de que ellos puedan seguir su camino rumbo al niño Jesús.
El Q'ajelo o Karabotas
Esta danza es una de las más representativas del folclore de Puno nacida en la zona Aymara de este departamento, en esta danza el danzarín representa a un jinete bravío, que domina a su pareja, y le hace requiebros, con el látigo en la mano, y al compás de la música. Es alegre, y los bailarines llevan sombrero de alas anchas, chullo con orejeras, bufanda, poncho de vicuña o alpaca, propio de la región, puñal en la pantorrilla, botas y espuelas roncadoras. Se supone que su origen se remonta a la época de la rebelión de Túpac Amaru, en que los yanaconas y los comuneros, bautizados Karabotas, imitaban a las botas finas de los españoles.
La Danza de las Tijeras
Esta danza se bailaba en las zonas de la sierra, en Ayacucho, Apurímac y Huancavelica principalmente.
Los bailarines o "danzaq" son dos contrincantes, en un duelo, en el que parece vergonzoso ser derrotado. Son acompañados por dos músicos, uno ejecuta el violín y otro el arpa.
El danzaq realiza todo tipo de acrobacias, y acompaña estas con movimientos de sus manos y las tijeras.
Para lograr vencer en esta danza-competencia, que dura a veces más de doce horas, son capaces de traspasarse la nariz con aguja de arriero, o con espinas en los talones, o levantar una barreta pesada con los dientes, etc. Siempre se toman precauciones contra las hechicerías. El danzaq tiene gran aprecio por las tijeras, que lo acompañan hasta su muerte, pues las recibió de manos de los Uquis o espíritus de los cerros, según sus propias creencias.
A la vez, las forjas de las tijeras son sometidas a una serie de ceremonias, para darles un buen sonido.
El Carnaval
El Carnaval se ejecuta en todo el Perú, pero el más famoso es el de Puno, en que se realiza la Fiesta de la Virgen de la Candelaria. Es vistoso, muy alegre y colorido, y con variedad de comparsas. Sus orígenes son europeos y llegaron aquí en la época de la Colonia. Actualmente perdura en las zonas rurales, en Cajamarca y la Amazonía peruana. La danza de tijeras se ejecuta por diferentes motivos, cuyo origen se remonta a la época prehispánica, y que comprenden costumbres relacionadas con actividades agrícolas, ganaderas, religiosas, etc. A esta se han agregado otras de origen cristiano (cruces, santos, procesiones, etc.), por lo que hoy podemos decir que la motivación para su ejecución es mixta: por un lado, el recuerdo a los antiguos dioses protectores que no se olvidan; y por otro, la creencia católica en un solo Dios.
El Huaylash
También escrito como Huaylarsh. Se define como danza de comparsa de parejas, cuyo origen tuvo un carácter ritual mítico religioso. Además su evolución se muestra así:
1.- Ritual, mítico-religioso.
2.- Pastoril.
3.- Agrario.
4.- Intermedio o transición.
5.- Mestizo o citadino (moderno).
Esta danza es la más movida y alegre de la Sierra Central. Tiene movimientos muy vivaces, y mudanzas o zapateo muy peculiar. Se baila en grupos de parejas que se turnan para ejecutar diversos movimientos y pasos, con dinamismo y picardía. Se relaciona con las cosechas y las tareas agrícolas, con lo que festejan la riqueza agrícola, el rendimiento de las cosechas y la producción de la zona. Es acompañada por instrumentos como el saxofón, violín, clarinete o el arpa. Baile popular muy difundido entre las colectividades del Valle del Mantaro; y, en particular santiago león de chongos bajo, Huayucachi y Huancán (situados al sur de Huancayo) son los creadores o haber decidido su preservación nacional. La agricultura y la ganadería son actividades tradicionales importantes para el hombre andino por constituir uno de los principales medios de vida y desarrollo vigentes hasta la actualidad. Estas actividades han dado origen a múltiples danzas, siendo una de ellas el Huaylars de Carnaval.
En la introducción los bailarines realizan una espera que refleja la preparación para la danza, luego el baile en sí donde se realizan diversos desplazamientos coreográficos, líneas, paralelas, cruces, círculos, etc. Finalmente el contrapunto de parejas en donde las parejas expresan enamoramiento, galanteo y acompañado por sus zapateos característicos tanto del varón como de la mujer.
LA CHONGUINADA.
Danza muy popular en el departamento de Junín y también en Cerro de Pasco los danzarines son alegres y bulliciosos y tratan de mostrar su rica indumentaria.
Baile de pareja mixta en grupo, y posiblemente su nombre deriva de chunga, que significa mofa o burla. En su coreografía se hermanan dos épocas y dos ambientes, la Cortesana contradanza de aire señorial y grave del siglo XVIII que rememora además con exactitud en los vestidos de entonces y en las caretas tejidas de alambre que representan a los "gachupines" españoles muy bien aderezados con pelucas y la más ligera y reciente cuadrilla que desde el siglo pasado se enseñoreó en los salones hasta la generación anterior a la nuestra. Ambas rematan en un elegante wayno "relojera" que completa su unidad indisoluble y afirma la peruanidad de esta joya del arte tradicional del valle del Mantaro, Junín y Pasco donde es antes que urbana, rural. La música nos recuerda el carácter y la estructura de la famosa Muliza y lejanamente a otras músicas de Ayacucho y Cusco.
La Chonguinada se baila durante todo el mes de Mayo, celebrando la fiesta de la cruz. Mas que una burla que se oculta tras una fingida seriedad, es más bien un alarde de gracia y señorío, así como lo es cuando en Jauja la bailan varones disfrazados de mujeres. Chonguinada es el nombre que tiene en Huancayo y Pasco, pero la variante de Jauja se llama Tunantada y se dice que estos nombres de Chongos de San Gerónimo de Tunán. Sin embargo el de Tunantada puede muy bien referirse a una comparsa de Tunantes, que tunan o que andan libremente en vida de holganza.
ASHU TATAY
Es una danza del departamento de Junín, que significa el primer trabajo en agricultura, que es la siembra; donde los varones simulan abrir la tierra o hacer "camellones" es decir preparar el surco donde las mujeres irán depositando las semillas. Una vez terminado el depósito, regresan los hombres y arropan la semilla es decir la cubren de tierra por ambos lados.
Todo este trabajo es acompañado con el "micuy" es decir las comida y bebida que comparten los que trabajan servidos por los dueños , luego se forman los grupos que al final compiten en habilidad y destreza zapateando y ya ebrios no faltan los belicosos, que en alarde de hombría se desafían y lían a golpes, resultando siempre un ganador. Como la sangre no llega al río, se levanta el vencido y continúa festejando con la misma alegría de siempre.
El Huaylars de Chacra, en cuyo origen el acompañamiento musical era hecho por la voces, cantos y silbidos de los danzantes en el trabajo y las "wamblas" ( sus mujeres), hoy ha variado debido a su difusión en plazas o teatros acompañándose actualmente por instrumentos musicales que constituyen la orquesta típica.
CARNAVAL MARQUEÑO
La Cultura popular nos ofrece muchas expresiones artísticas de tipo comunal, como los bailes y canciones de las fiestas de carnestolendas. Esta costumbre europea por excelencia popular, se suma en el Perú a las ceremonias y fiestas de las cosechas y hasta de los propietarios del ganado generando una multitud, de formas en cada región, pueblo y hasta en cada barrio, como sucede en la localidad de Marco Provincia de Jauja, que tiene su modo peculiar de presentarlo.
Las parejas forman una comparsa carnavalesca que recorre con orgullo las calles y campos del pueblo tiene pasos y mudanzas muy bellos, producto de la inacabable creatividad de los agricultores vecinos de barrio. Las orquestas típicas del Valle Yanamarca y del Mantaro, que sirven para acompañar las mudanzas nuevas, se alternan con la trompeta "Wakra" de astas de vacuno y la "tinya" prehispánica, cuando los bailarines ejecutan la forma más antigua del baile.
La elegancia, sobriedad y delicadeza de los vestidos, los modales y el arte, que caracterizan a la gente de toda la provincia de Jauja, se muestran plenamente en éste Carnaval, ganador de certámenes regionales y nacionales.
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